Hay que descalzarse y echarse en un sillón. De ninguna manera prender la tele; agarrar alguno de esos fascículos de historia del arte y pasar un rato mirando las imagenes. los trazos, los juegos de luz. Después cocinar. Pero cocinar en serio, ¡con amor digiorgio!, tomandose todo el tiempo para prepararlo. Al terminar, salir afuera, donde sea afuera, jardín, balcón, puerta de casa, y tomar un wisky, fumar un puchito o simplemente mirar las estrellas. Y siempre hacer planes. Planear el fin de semana, planear una comida, planear el robo de un banco.