Kaku fue a bailar a la City con un amigo. Salieron a altas horas de la noche, ya casi madrugada y no tenían cómo volverse. Vieron al lado de la puerta al clásico arruinado, que queda todo borracho durmiendo en el piso y lo cargaron, que no quiere decir que le empezaron a gritar "Aaahh estás beodo, estás beodo, sinó que lo levantaron y se subieron los tres a un taxi. Una vez arriba del vehículo, le pusieron un nombre, "Carlos", ponele y le dieron charla -"Che Carlos, que pedo tenés, estás echo mierda"- o -"Tenés que controlarte Carlitos"-. Así, llegaron a la casa de uno de ellos en Beccar y bajaron, no sin antes indicarle al chofer que por favor lleve a su "amigo" a su hogar en... Virreyes. Por supuesto, pagó Carlitos, ja!