Inviernes
Siempre pensé que no deberíamos trabajar los viernes. Pero claro, de esa forma, el jueves se convertiría en el último día hábil, saldríamos los miércoles a la noche (de hecho lo hacemos) y al día siguiente estaríamos todo rotos pensando ojalá lleguen las 6 y empiece el fin de semana. Así que en definitiva las cosas mucho no cambiarían.
Lo que se me ocurrió es que nos tendrían que hacer creer que vamos a tener un viernes laborable y justo a último momento decirnos algo como "Ah, me olvidaba, la alfombra de la oficina absorbe tanta humedad que se convirtió en arenas movedizas y la tienen que arreglar porque el otro día casi se traga al conserje, así que mañana no se trabaja".