Me doy cuenta de que no me gusta liderar. No me gusta decirle a la gente lo que tiene que hacer, no me gusta que la gente me pida que tome deciciones.
A pesar de esto, si estuviera LOST en esa maldita isla, no sería un desconocido, no me gustaría quedarme sentado sin hacer nada, propondría cosas. Seguramente tendría un papel como el de Charly o el de Hurley.
¿Crisis de identidad? No, siempre fui así, creo que la única forma de describirme sería decir que soy impredecible.